El balístico interno alojado en la pieza de mano y acelerado electromagnéticamente transfiere su energía cinética al cabezal, punto donde se concentra la mayor cantidad de energía.
Las ondas de choque se extenderán de forma radial y divergente, desde el área de contacto hasta la región corporal de tratamiento deseada. Variando su frecuencia y potencia podremos ser selectivos en mayor o menor profundidad de los tejidos según necesidad.
El impacto provoca una vibración en los tejidos, esta energía mecánica será absorbida por las diferentes estructuras desencadenando una serie de efectos físicos con resultados eficaces en multitud de tratamientos según los parámetros seleccionados.
La estimulación mecánica es capaz de activar sistemas de reparación en la estructura celular, por debajo de los niveles de destrucción, convirtiendo esta tecnología en un método no invasivo y de aceptación por cualquier tipo de paciente. Las áreas de actuación de esta tecnología se producirán en zonas con cambio de impedancia sobre todo en la interfase del hueso - tejido blando.